Cuando la actividad de nuestro hotel comienza o va a comenzar, tener que organizarnos y fijar las políticas a seguir suele ser cuestión de tiempo y practicidad, pero ¿qué pasa si ya tenemos un tiempo bastante aceptable de vida?
Puede ocurrir que si nuestro establecimiento no está asociado ni pertenece a una gran cadena hotelera, todo se ponga cuesta arriba…
¿Cómo te reorganizas sin caer en el intento?
En estos casos lo mejor es tener en cuenta tres aspectos fundamentales: la situación financiera, los recursos humanos y las instalaciones. Estos aspectos cobran un juego importante con las luces y sombras de la imagen y reputación de nuestro establecimiento.
• Si empezamos por hablar de los recursos financieros, estos serán los que marquen la prioridad y profundidad de los cambios, sobre todo si la idea es no prolongarse demasiado en el tiempo. Son los que nos darán los márgenes de acción para llevar a cabo los cambios.
• Con los recursos humanos se tiene que tener un especial cuidado a la hora de decidir cambios de departamento o categorías, fusión de departamentos, incorporaciones y sobre todo desvinculaciones, porque esto pueden llevar al mal desempeño de sus funciones por desconocimiento o falta de experiencia, o peor aún a la desmotivación personal o grupal. No olvidemos que la gestión de personal es la base del rendimiento de la Empresa.
• Cuando decimos las instalaciones, nos estamos refiriendo a todo los bienes muebles e inmuebles que conforman nuestro establecimiento; habremos de prestar atención al estado en que se encuentran y a la mejor forma de restauración, remodelación o sustitución de ellos para adecuarlos al nivel de nuestras expectativas de cambios.
Las decisiones que tomemos en estos tres aspectos, tiene que ser siempre bajo la influencia de nuestra imagen y reputación, o de la nueva orientación que nos gustaría que ésta tomase.
Por eso también es muy importante tener una idea bastante clara de a donde se quiere llegar, para luego adecuar el cómo hacerlo.
Y de esta forma dejar atrás la sensación de ser pequeño para pasar a tener toda la fuerza de un gran hotel. Pequeño Gran Hotel.
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